"En los controles hemos podido verificar que ninguno de los compañeros y, por supuesto el compañero Presidente, tiene inconvenientes. Obviamente han bajado de peso todos, pero se están hidratando adecuadamente", explicó el funcionario.

Morales inició una huelga de hambre el pasado jueves en el presidencial Palacio Quemado de La Paz junto a 15 dirigentes campesinos y obreros, entre ellos una mujer, en demanda de una ley electoral trabada en el legislativo boliviano por la oposición y que debe viabilizar las elecciones generales de diciembre próximo.

Tapia, médico de profesión, dijo que el gobernante está en "buenas condiciones de salud pese al enorme sacrifico que significa hacer una huelga de hambre" y aseguró que para tranquilidad de la población se realizan tres controles diarios y que "en ese piquete no se produjo ninguna baja".

El funcionario contó que entre los dirigentes sindicales que acompañanan a Morales en la casa de Gobierno, hay uno que tiene mal de Chagas, otro con un glaucoma y dos con eritrocitosis o poliglobulia, que merecen mayores cuidados.

"En este momento podemos verificar con los controles que hemos realizado que todos están sin complicaciones, hay un enorme sacrificio (pero) están todos controlados", remarcó.

El presidente boliviano había recordado ayer que no es su primera huelga de hambre y que en una de ellas permaneció en ayuno 18 días. "Estoy muy bien", dijo ese día.