Se trata del mayor incendio en la historia de San Luis, así lo describen hombres y mujeres del lugar, que perdieron todas sus pertenencias y bienes por el fuego, que también destruyó muchos sitios históricos que albergaban valiosa documentación del pasado de los puntanos.

Además de tres víctimas fatales, dos bomberos y una mujer, las llamas arrasaron con viviendas, animales, instalaciones rurales y árboles que ahora se muestran como esqueletos cubiertos de cenizas.

Según expertos en medio ambiente, en algunos casos la vegetación puede tardar hasta 50 años en recuperarse, como el quebracho blanco, que fue la especie más atacada en la zona de la ciudad de La Punta.

Las localidades más afectadas son hasta ahora Estancia Grande, El Volcán, Virorco, Potrero de los Funes, Donovan, La Punta y Suyuque, en un radio de 40 kilómetros en torno a la ciudad de San Luis.

También sufrieron severos daños en la Punilla, Tilisarao, Villa del Carmen y Merlo, localidades situadas entre 120 y 200 kilómetros al este de la capital puntana.

El jefe de bomberos de la policía provincial, Guillermo Musri, señaló que "la mayoría de los incendios son provocados por la mano del hombre y generalmente se trata de quemas que se descontrolan, ya que son muy raros los casos en que un incendio es provocado por algún fenómeno químico y físico".

Musri lamentó que las tareas que realiza el gobierno "en todos los ámbitos para prevenir desastres como éste, no son debidamente tenidas en cuenta por la población y, además, siempre aparecen algunas personas indolentes y hasta malintencionadas".

"Se está manteniendo una guardia de las cenizas para evitar la reaparición de nuevos focos y si bien el panorama ha mejorado, siguen conspirando en contra los vientos y la sequía", explicó el funcionario.