"El gobierno de la República declara bajo control la situación ya que todos los pasajeros han sido evacuados sanos y salvos, y no hay ninguna bomba en el aparato", afirmó el ministro de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, poco después de que la nave aterrizara en el aeropuerto del Distrito Federal.

El avión, un Boeing 737, había partido desde el balneario internacional de Cancún, sobre el Caribe Méxicano, y se dirigía a la ciudad de México, con 104 pasajeros abordo.

Los secuestradores, quines "nunca pudieron entrar a la cabina ni comprometieron la seguridad del aparato", al parecer habían pedido hablar con el presidente mexicano, Felipe Calderón, pero fueron detenidos inmediatamente.

"Los órganos de seguridad del Estado están realizando las investigaciones pertinentes", dijo Molinar Horcasitas, quien se negó a dar más detalles.

Daniel Fernández, uno de los pasajeros liberados, señaló en en entrevista telefónica que uno de los detenidos "llevaba una biblia".

Luego de aterrizar en el aeropuerto Benito Juarez, el avión fue conducido a un sitio alejado del resto de las operaciones, donde permaneció rodeado por fuerzas especiales hasta que se produjo la liberación de los pasajeros.