Davydenko gana así con 28 años el título más importante de su carrera, un año después de perder la final del "Torneo de Maestros" ante el serbio Novak Djokovic.

"Llegar aquí como número siete y ganar el torneo es algo que me sorprende a mí mismo", declaró Davydenko, que ganó por el camino a los campeones de los cuatro torneos de Grand Slam del año. "Felicidades, hiciste una grandísima semana, ganaste a todos y eres un gran campeón", le dijo Del Potro.

Esta victoria premia la gran regularidad al máximo nivel del ruso, que participaba por quinta vez consecutiva en la gran cita que cierra la temporada enfrentando a los mejores del año.

Temido por la mayoría de los tenistas del circuito, Davydenko siempre caía justo antes del final y, en particular, ante el número uno mundial, Roger Federer. Pero esta vez logró superar en semifinales al suizo por primera vez en trece encuentros.

En la final, como de costumbre, imprimió un ritmo infernal al juego desde el fondo de la cancha gracias a la velocidad que le permite llegar pronto a las bolas, aunque también se valió de un servicio cada vez mejor (5 aces) y no dudó en subir a la red para sentenciar con acierto 11 de sus 12 subidas.

Del Potro, por su parte, sucumbió probablemente al desgaste físico tras su semifinal contra el sueco Robin Soderling que terminó la víspera pasadas las once de la noche en Londres. El joven ganador del US Open no logró concluir ninguna de sus tres bolas de break y se inclinó en menos de hora y media.

Davydenko, primer ruso que escribe su nombre en el palmarés del Masters, nació en Ucrania en 1970 y con 15 años se mudó a Alemania con su hermano y entrenador Edouard para dedicarse al tenis. Tres años después consiguió la nacionalidad rusa.

Ahora termina de la mejor manera posible un año que empezó muy mal. Lesionado en el talón, no pudo disputar más que cuatro torneos entre enero y abril y se cayó del Top 10 por primera vez desde mediados de 2006.

Pero desde la mitad del año regresó en gran estado y ganó cuatro finales (en Hamburgo, Umag, Kuala Lumpur y Shanghai). En el de China, uno de los dos grandes torneos previos a la Copa Masters, se impuso a Djokovic y luego, en la final, al español Rafael Nadal.

Ahora intentará aprovechar esa reserva de confianza renovada para utilizarla en los torneos de Grand Slam, en los que hasta ahora ha jugado cuatro semifinales y cinco partidos de cuartos pero ninguna final.

Para Del Potro, la derrota después de haber llegado hasta la final es sin duda una decepción, después de haber ganado también a Federer en la fase de grupos.

Pero el espigado tenista de Tandil, de 1,98 metros de estatura, confirmó a sus 21 años que está bien instalado entre los mejores tenistas del mundo apenas dos meses y medio después de su deslumbrante y bastante inesperada victoria en el Abierto de Estados Unidos.

En la final del Masters se enfrentaron los números 5 y 6 del mundo: de los cuatro primeros, sólo Federer llegó a semifinales, mientras se quedaban por el camino en la ronda de grupos Nadal, derrotado tres veces en otros tantos partidos, el escocés Andy Murray y Djokovic.