Zapatero acudió al Congreso para explicar su estrategia económica en momentos críticos, debido al aumento de la incertidumbre en el país y en los mercados financieros ante las dificultades de España para salir de la recesión, reducir su abultado déficit del 11,4 por ciento, y al elevado desempleo, que afecta a 4,3 millones de personas.

En ese marco, el jefe del Ejecutivo pidió y ofreció "con su mejor voluntad" a todos los grupos de la Cámara un pacto económico sobre cuatro puntos, que debería cerrarse en dos meses. "Cambiar esta historia es responsabilidad de todos, vamos a poner toda la carne al asador", sostuvo Zapatero, quien anunció la conformación de una comisión de diálogo encabezada por funcionarios de su gobierno.

Según explicó, el gobierno plantea un acuerdo en base a cuatro puntos: medidas para mejorar la competitividad y la creación de empleo; política industrial para renovar el modelo productivo; plan de consolidación fiscal y reforma del sistema financiero.

"El gobierno prevé que volveremos a crecer en el primer semestre de este año, y a crear empleo neto a finales del mismo", dijo Zapatero al inicio de su intervención, tras presentar nuevos datos oficiales que certifican un crecimiento negativo del 3,6 por ciento en 2009 y en el último trimestre del año de un -0,1 por ciento.

Según Zapatero, "los datos confirman que la situación evoluciona lentamente hacia un menor deterioro" y, además, que "la crisis de España, en términos de evolución del PIB, no difiere mucho del resto de la zona euro".

El líder de la oposición, Mariano Rajoy del Partido Popular español, manifestó que "lo más grave es que ya no inspira confianza, porque niega la realidad con afán de engañar", dijo en el esperado y encendido debate. "Si no rectifica, dada la situación, tiene que permitir que otros lo hagan, esta es la clave”, continuó el líder opositor.

Rajoy recordó las marchas y contra marchas del gobierno en torno a la reforma de los sistemas de pensiones y al laboral, y se refirió con ironía a la comparación entre la situación de España y la de Grecia, país para el que la UE aprobó un severo plan de ajuste.

"España es un país serio, el gobierno no!", señaló, al tiempo que planteó tres alternativas para salir de la actual situación: Que Zapatero "rectifique a fondo su política económica" o que dimita, dijo, y aunque agregó que sabe que no va a hacerlo, reafirmó que su partido está "preparado para gobernar". Como tercera opción propuso a los propios diputados socialista que retiren su apoyo a Zapatero.

En su turno de réplica, el jefe del Ejecutivo acusó a Rajoy de "falta de valor" ya que "su principal alternativa es que mis compañeros hagan lo que él no ha sido capaz" porque perdió dos veces las elecciones. "Si tiene la valentía, pida una moción de censura", desafió Zapatero, sin lograr respuesta de su opositor.