La catástrofe afectó a los habitantes de una favela del cerro de Bumba, en la vecina ciudad de Niterói, donde un alud de lodo sepultó decenas de viviendas y a un número todavía desconocido de habitantes de la comunidad, instalada junto a un basural, informó la agencia alemana DPA.

Unos 190 efectivos de bomberos y rescatistas de la Fuerza Nacional de Seguridad lograron sacar de entre los escombros a 25 sobrevivientes y recuperaron hasta ahora los cuerpos de seis víctimas fatales, pero se estima que existen decenas de muertos más bajo la montaña de lodo y restos de viviendas.

Según el subsecretario de Defensa Civil, Pedro Machado, unas 200 personas quedaron enterradas y hay muy pocas esperanzas de encontrar a más supervivientes: "por nuestra experiencia, las víctimas tuvieron muerte instantánea. Es muy difícil hallar a alguien vivo", manifestó el funcionario.

El secretario de Salud y Defensa Civil de Río, Sergio Cortes, dijo que los trabajos de búsqueda podrán prolongarse por semanas. "Nuestra estimación inicial era de 15 días, pero la cantidad de escombros dificulta las búsquedas", indicó. Cortés explicó que hay "un problema ambiental" porque el lugar arrasado por el aluvión "albergaba un basurero y el rescate no puede ser realizado a través de un trabajo manual, a raíz del riesgo de enfermedades", añadió.

El alcalde de Río, Eduardo Paes, expresó su solidaridad a los habitantes de la ciudad vecina. La tragedia del cerro de Bumba "sirve para reforzar mi llamamiento para que la gente abandone las áreas de riesgo", instó.

El presidente del Consejo Regional de Ingeniería de Río de Janeiro (CREA), Agostinho Guerreiro, responsabilizó a las autoridades por permitir la instalación de una comunidad en un basural y sostuvo que "ésta ha sido una tragedia totalmente previsible".

En tanto, el gobierno brasileño del presidente Luiz Inacio Lula da Silva anunció hoy que liberará el equivalente a 113 millones de dólares en recursos de emergencia para hacer frente a la catástrofe en Río. Ayer el gobernador de Río, Sergio Cabral, había pedido apoyo financiero por 208 millones de dólares durante una reunión con autoridades federales.

Otra consecuencia directa del temporal que castiga a Río de Janeiro es que más de 14.000 personas abandonaron sus viviendas y, de ese total, más de 11.400 están en casa de parientes y amigos mientras que otras 3200 fueron evacuadas hacia establecimientos públicos, informó hoy Defensa Civil. Según esa fuente, las lluvias causaron la muerte de al menos 153 personas en todo el Estado y 161 heridos, detalló la agencia italiana Ansa.

Desde Lausana, en el este de Suiza, el Comité Olímpico Internacional (COI) adelantó, a través de un comunicado que las consecuencias de las lluvias serán evaluadas y transmitió su solidaridad con las familias de las víctimas.

Miembros del COI se reunirán en breve con dirigentes del ente organizador de Río 2016 para evaluar las consecuencias de las lluvias e inundaciones en las instalaciones y obras para los Juegos Olímpicos, que sucederán a los de Londres 2012.

"El COI sigue confiado en que la capital brasileña organizará unos Juegos de alta calidad en 2016", añadió el mensaje. "Estamos en contacto con el comité organizador de Río y con el Comité Olímpico Brasileño y hablaremos con ellos cuando la situación se haya normalizado. Evaluaremos el impacto que las lluvias pueda tener en sus operaciones", dijo Andrew Mitchell, portavoz del COI.

Brasil también será escenario del Mundial de Fútbol en 2014, con sedes para partidos del certamen en Rio de Janeiro, donde el estadio Maracaná resultó afectado por el alud y hoy se veía cubierto por el agua, que anegó los vestuarios y emergía por el túnel del que salen los jugadores a la cancha.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, descartó el martes que la catástrofe meteorológica pueda perjudicar la disputa de ambas competiciones, para las cuales faltan cuatro y seis años.