Luego de que la mayoría de los integrantes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) rechazaran la participación de Honduras en la cumbre de los países de la Unión Europea con los de América Latina y el Caribe por no reconocer el actual gobierno, Perfirio Lobo logró que su par español aceptara un encuentro, durante el cual intercambiaron reclamos y propuestas acerca de de lo sucedido durante el gobierno de facto de Roberto Michelleti.

Mientras que el jefe de Gobierno español solicitó a su par de Honduras que revisara la amnistía que Lobo decretó en favor de los dictadores que derrocaron a Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009, Lobo propuso que se acerque "una comisión de juristas españoles" a su país y "consideren si hay algo que reformar".

Según Lobo, había ofrecido la misma alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA), a través de una carta que envió al secretario general de esa organización, José Miguel Insulza, con copia al canciller español, Miguel Angel Moratinos, en la que les pedía la designación de una comisión de juristas para "revisar todos los procesos judiciales que había contra los funcionarios del presidente Zelaya o contra el presidente Zelaya".

Zapatero le ofreció que un fiscal especial español investigue junto con la justicia de Honduras las denuncias de violaciones a los derechos humanos en este país.

El presidente de Honduras sólo estuvo en Madrid en la cumbre entre la Unión Europea y Centroamérica, ya que los presidentes de Brasil, José Ignacio Lula Da Silva; de Argentina, Cristina Fernández; de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Hugo Chávez; y de Bolivia, Evo Morales, integrantes de Unasur, rechazaran su participación en el encuentro entre países europeos, latinoamericanos y del Caribe.