"Contando el canje 2005 y este canje, estamos por encima del 90 por ciento. Ese era nuestro objetivo, nosotros nunca nos sumamos a sobreactuar las expectativas", afirmó Amado Boudou en relación a las los resultados de la primera etapa de la iniciativa oficial.

Las negociaciones con inversores minoristas, que comenzarán las próximas semanas, conforman la segunda etapa de la operación sobre la que Boudou pronosticó que esperan "alcanzar un mínimo de 15 por ciento ", y así llegar a un total de 60 por ciento" de canje, cifra que "siempre tuvimos como estimación", remarcó.

"Este canje no es un regalo, está diseñado para que entren inversores racionales, nosotros nunca pensamos en que entren los fondos buitres", que tienen unos 4.000 millones de dólares defaulteados, agregó el ministro.

Respecto de la primera etapa del canje en marcha, afirmó estar "muy conforme", porque "salvo los fondos buitres, entraron la mayoría de los tenedores mayoristas". Este grupo representa "algo así como 8.500 millones de dólares que han entrado al canje", indicó.

En tanto, el ministro volvió a destacar la importancia del canje de deuda para los argentinos por el impacto que tiene el desendeudamiento a nivel macroeconómico, y a nivel consumidor la expansión del crédito con tasas más bajas por efecto de la reducción del riesgo país.

En ese sentido, valoró la política de descentralización impulsada desde el Banco Central, porque responde a conseguir que "acceda la mayor cantidad de gente posible al sistema bancario", consideró. Según su opinión, tal objetivo permitirá "facilitar el acceso al crédito pero también va a permitir que haya más economía formal". En la misma línea destacó el superávit de abril, que superó en 123 por ciento al alcanzado en abril de 2009, y acotó que "la situación fiscal argentina, uno de los pilares de nuestro crecimiento es muy favorable y marca un contraste importante con lo que está pasando en el resto del mundo".