Si bien la sesión comenzó a las 15,30 con el quorum necesario para tratar las reformas propuestas por la oposición, el debate del texto comenzó pasadas las 18,30, luego de que los diputados discutieran si hacer público o no el testimonio del ex embajador en Venezuela ante la comisión de Relaciones Exteriores la semana pasada.

El titular de la Comisión de Justicia, el radical Ricardo Gil Lavedra, defendió el proyecto impulsado por su bloque y el resto de la oposición: "Es una norma superadora. Con estas modificaciones queremos dotar al Poder Judicial de una mayor independencia y eficacia. El país necesita como nunca una mejor calidad de justicia", apuntó. Si bien reconoció que la reforma propuesta, a la que el núcleo duro de diputados antikirchneristas debió modificar para obtener el apoyo de la centroizquierda y alcanzar los 129 votos necesarios para su aprobación, no es "la ideal", aseguró que "es la posible entre una enorme cantidad de bloques".

Desde el oficialismo, Alejandro Rossi, criticó la propuesta al sostener que es "uno de los peores retrocesos que se ha visto", porque -según opinó- favorece a la corporación judicial y "va en contra de los compromisos que la Justicia debe tener con la ciudadanía". Más allá de considerar que la reforma "merecía un debate más profundo", opinó que "no introduce ninguna variante que nos haga avizorar que lo que se viene es mejor". Según Rossi el proyecto en debate "dejaría en manos de la Corte Suprema de Justicia --instancia hasta ahora no contemplada-- la última palabra en el manejo administrativo y presupuestario del organismo encargado de la designación y sanción de los jueces".

El diputado del FPV por Tucumán, Gerónimo Vargas Aignasse, por su parte, defendió la reforma impulsada en 2006 por la entonces senadora y actual presidenta, Cristina Fernadez de Kirchner, y se preguntó "por qué hay que modificar el organismo si ha funcionado bien", a la vez que consideró que "tiene más que ver con la necesidad de un triunfo político de la oposición".

Vilma Ibarra, de Nuevo Encuentro, autora de otro de los dictámenes de minoría, se mostró a favor de la reforma del organismo "para repensar su integración", aunque se diferenció de la propuesta opositora, a la que consideró "cruzada por la tensión de la política y por la política que cruza los tribunales". Además, alertó que hay "otros temas de la administración de justicia que todavía no fueron abordados" y consideró una "mala decisión" la integración de la Corte Suprema al Consejo porque "aleja al organismo de la independencia que debería tener".

A su turno, el diputado de la Concertación por Neuquén, Hugo Prieto, autor de otro de los dictámenes, consideró que la iniciativa opositora es "una opción política errónea que va contra la letra y el espíritu de la Constitución", al sostener que la nueva composición "tiene un 60 por ciento de representación de la coorporación judicial y en un 40 de representación política".

Jorge Yoma, del Frente para la Victoria por La Rioja, cuestionó el dictamen de la oposición y consideró que se trata de una "grosería institucional incalificable", a la vez que se pronunció a favor de que el titular de la Corte Suprema presida el organismo.

El texto que obtuvo dictamen de mayoría establece que el Consejo de la Magistratura estará integrado por cuatro jueces, incluido el titular de la Suprema Corte de Justicia; tres dputados y tres senadores de las tres primeras minorías; cuatro abogados; tres académicos y un representante del Poder Ejecutivo.

Entre otras cuestiones, la iniciativa incorpora normas de gestión y establece que los expedientes con los antecedentes de los aspirantes a jueces serán públicos y deberán estar disponibles en Internet.