Netanyahu realizó la advertencia a través de un comunicado que envió a la prensa en formatos de texto y video un día después del peor enfrentamiento en la frontera israelo-libanesa desde 2006, en el que murieron dos soldados y un periodista libaneses, y un coronel israelí.

El viernes, un cohete disparado desde la franja de Gaza, territorio palestino controlado por el movimiento islamista Hamas, explotó en la ciudad israelí de Ashkelon (sur). El lunes, unos cohetes lanzados aparentemente desde Egipto alcanzaron la ciudad israelí de Eilat, a orillas del mar Rojo, y la ciudad jordana vecina de Aqaba.

Egipto imputó los ataques contra Eilat a militantes palestinos instalados en Gaza, que habrían pasado a la península egipcia del Sinaí. Hamas, sin embargo, negó toda responsabilidad.

"Nuestra política está clara" --añadió Netanyahu--. Israel responde, y seguirá respondiendo con fuerza a todo ataque contra sus civiles y sus soldados".

En tanto, consideró que "lanzar misiles contra civiles es un crimen de guerra, y los ataques deliberados contra soldados son actos flagrantes de agresión", y continuó: "Israel espera que la comunidad internacional condene tales ataques con la mayor firmeza posible".