"Hay que aprobar el dictamen en general y las disidencias hay que plantearlas en lo particular", declaró el peronista pampeano Ricardo Robledo, quien priorizó la "preservación de la institucionalidad". Si bien admitió que el plan de gastos del Gobierno "merece ciertas objeciones para evitar maniobras discrecionales", se pronunció a favor de respaldar en general la iniciativa, que definió como "la herramienta fundamental financiera del sector público".

Desde el Movimiento Popular Neuquino, el diputado José Brillo aseguró que su bloque "votará el plan del Gobierno", y ratificó que no está dispuesto a "entorpecer" las acciones de quienes fueron "elegidos por la voluntad popular".

Aunque destacó que en los últimos años la administración kirchnerista "recuperó mecanismos de producción, potenció la acumulación de recursos y aportó al superávit comercial", reclamó la creación de un "nuevo regimen de coparticipación" que promueva el "crecimiento armónico de las provincias", y se tome una posición sobre ciertos "impuestos distorsivos".

El bloque de la Concertación, a través del diputado Hugo Prieto, rescató el "derecho y el deber" del Poder Ejecutivo "de llevar adelante su plan de gobierno". "En este país donde tantas veces los planes no son tan explícitos o los gobiernos no hacen lo que prometieron, debemos resaltar que en el 2007 el plan de este gobierno fue muy claro y se ha venido cumpliendo normalmente", expresó. Y agregó que el proyecto oficial "es continuidad de una política ejecutada con resultados a la vista, que tienen que ver con el mejoramiento del nivel de empleo y de la distribución del ingreso".

El titular de la comisión de Presupuesto, Gustavo Marconato, por su parte, advirtió que su aprobación "reforzará la continuidad del crecimiento de la actividad económica real". "Es claro que no queremos y vamos a hacer todos los esfuerzos para no abandonar este instrumento de política económica, porque deja clara la continuidad y la profundización de un programa de gobierno", reflexionó al abrir la discusión. Consideró que el Congreso está ante "la oportunidad histórica de demostrar" que la política puede ser utilizada como "herramienta para transformar la realidad en beneficio de la gente".

"Apelamos a la responsabilidad de la oposición; nuestra prudencia fue la base de nuestras proyecciones presupuestarias desde el 2003; nuestros objetivos deben ser mejorar la calidad de vida de los argentinos", insistió. Marconato defendió la política implementada por el gobierno nacional en materia de salarios, planes sociales, superávit externo, desendeudamiento y acumulación de reservas. Además, destacó el descenso del índice de hogares pobres, que pasó del 42,7 por ciento en 2003 al 8 por ciento en 2010, al igual que la indigencia que pasó del 20,4 al 2 por ciento.

"El nuevo esquema macroeconómico con superávit externo y de la cuenta corriente dio lugar a un crecimiento sustentable", argumentó Marconato, quien planteó que la recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones de la seguridad social alcanzará en 2011 los 492.178,6 millones de pesos. También dedicó un párrafo a la continuidad de la inversión pública y mencionó que ese rubro se expandió a una tasa del 31 por ciento, en tanto que la privada llegó al 17 por ciento.

Los diputados de la UCR, Oscar Aguad, del Socialismo, Mónica Fein, y del bloque Peronista Federal, Marcelo López Arias, ratificaron que votarán en contra del proyecto del Poder Ejecutivo y coincidieron que el texto "subestima" el monto de recaudación y de crecimiento y no contempla el pago del 82 por ciento a jubilados. Aguad criticó que el proyecto oficial apunta a "licuar deudas y obtener un excedente recaudatorio". Y agregó que "no existe posibilidad de acordar con el gobierno".

A su turno, Fein anticipó que su bloque "no acompañará" al oficialismo porque "no contempla el pago del 82 por ciento a los jubilados" y se "subestiman los recursos sin asignación específica". Por su parte, López Arias, defendió el dictamen del Grupo A, al sostener que es "una propuesta seria que cumple las funciones que tiene que cumplir y tiende a sincerar cifras y prioridades en el manejo de excedentes, mostrando también que hay recursos para atender el 82 por ciento movil, respetando el esquema de obras".

Si bien desde el GEN, el diputado Horacio Alcuaz, recordó que esa bancada firmó el dictamen del Grupo A, planteó disidencias parciales con ese despacho, y cuestionó el texto del Ejecutivo al sostener que "no nos pueden pedir que aceptemos que el crecimiento será del 4 por ciento".

También, desde el PRO, Jorge Triaca, defendió el dictamen firmado por el arco opositor y puso de relieve que se trata de "una herramienta presupuestaria, que da cuenta de la inflación real" y que incluye "el pago de la deuda y la actualización de las jubilaciones y pensiones con recursos genuinos, pues los recursos están".

El diputado nacional Adolfo Prat Gay (Coalición Cívica) declaró hoy que la oposición se propone "mejorar la propuesta del gobierno" y negó que la iniciativa del "Grupo A" represente una "alternativa de gobierno". "Lo único que intenta nuestro dictamen es mejorar la propuesta oficial, y no otra cosa. No queremos permitir que se subestimen los recursos", afirmó Prat Gay, quien resultó elegido para defender el dictamen de minoría firmado por 23 diputados no kirchneristas, integrantes de ocho bloques distintos. "El dictamen de minoría es el Presupuesto del gobierno, pero con el debido control republicano de la oposición". El ex titular del Banco Central marcó que el superávit de la Anses será en el 2011 del orden de los "35 mil millones de pesos", por lo que podría asumir el pago del aumento del 82 por ciento móvil a los jubilados.