"Vamos a garantizar la disponibilidad del apoyo financiero adecuado" mediante el fondo de rescate creado en mayo para ayudar a los países de la Eurozona en riesgo de bancarrota, anunciaron los jefes de Estado y de gobierno de la UE al cerrar la última cumbre de un año negro para la unión monetaria.

"Esta cumbre dijo claramente que el euro pertenece a Europa. Incluso los países no miembros de la zona euro tienen mucho interés en que se haga todo lo necesario", declaró por su parte la canciller alemana, Angela Merkel.

Los 27 acordaron el jueves crear un fondo permanente de ayuda a partir de 2013 que reemplazará al creado en mayo, después del rescate griego y en medio de la peor crisis de deuda que sacude la zona euro desde su creación en 1999.

Por ahora, el fondo temporal fue utilizado una primera vez en noviembre para financiar parte del plan de ayuda a Irlanda y los expertos no excluyen que deba emplearse próximamente para Portugal o España, cuya deuda se está encareciendo brutalmente en los mercados, por lo que reclaman mayores recursos.

Pero los 27 miembros de la Unión Europea (UE) dejaron por ahora esta cuestión al margen. "Tomamos nota de que sólo se ha utilizado una parte muy limitada" de los recursos del fondo (un 4 por ciento del total para Irlanda), señalaron los dirigentes europeos, dejando claro que no quieren poner más dinero sobre la mesa.

Sobre el fondo permanente a partir de 2013, su dotación "será convincente" y "suficiente", prometió Merkel, eludiendo también hablar de montos concretos.

Pero el mensaje de optimismo que trató de enviar la UE a los mercados se vio ensombrecido por la decisión de la agencia Moody"s de degradar cinco escalones la nota irlandesa, tras amenazar con rebajar la española y la griega, haciendo temer que la crisis de la Eurozona está lejos de haber finalizado.