Correa, en una ceremonia especial desarrollada en el Palacio de Gobierno en Quito, tomó juramento al vicealmirante en situación de retiro Homero Arellano, como nuevo ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, tras aceptar la renuncia de Miguel Carvajal.

Asimismo, el jefe del Estado tomó juramento a Alfredo Vera como nuevo ministro del Interior, en sustitución de Gustavo Jalkh, quien dimitió el pasado miércoles.

Arellano era hasta ahora secretario de Inteligencia y Vera fue en 2008 secretario Anticorrupción del Gobierno. Ambos han sido férreos defensores del proyecto de "revolución ciudadana" que lleva adelante Correa.

En el frente de seguridad del Gobierno Correa también designó al vicealmirante en situación de retiro Luis Alberto Yépez como nuevo secretario de Inteligencia, en sustitución de Arellano.

Las nuevas designaciones responden a una necesidad de "oxigenación" en el gabinete, según lo han admitido los propios dimisores Carvajal y Jalkh.

Ambos eran los responsables de seguridad del Estado durante la sublevación del pasado 30 de septiembre, cuando el gobierno y la vida de Correa estuvieron en peligro, luego de que el presidente fuera retenido por los sublevados en un hospital policial del que fue rescatado por militares de fuerzas especiales en medio de un intenso tiroteo.

El jefe del Estado anunció que Carvajal ocupará el cargo de viceministro de Desarrollo Agrario, en el Ministerio de Agricultura, una función "muy importante y delicada", y "fundamental" en el "cambio de época" en el país.

Asimismo, Correa señaló que Jalkh pasará a ser su "secretario privado" en la Presidencia, cargo que ocupaba hasta recientemente el artista Galo Mora, quien ahora dirige el movimiento político oficialista Alianza País.

En su discurso el mandatario admitió que la inseguridad es uno de los problemas que afronta el país, aunque culpó a ciertos medios de comunicación de hacer resonar el problema como una manera de desprestigiar a su Gobierno.

Según Correa, en Ecuador se registran 18 crímenes por cada 100.000 habitantes, mientras que la media regional es de 22, y dijo que en el último año el índice de criminalidad ha crecido un 2 por ciento, que tiene relación con el incremento demográfico.

Por eso dijo que la política de seguridad de su gobierno se basa en cinco ejes: mejoras en la fuerza pública, organización social, reformas legales, fortalecimiento de la justicia y promover a Ecuador como territorio de paz.