La medida fue interpretada por los analistas políticos como un intento de la sucesora de Luiz Inacio Lula da Silva de eludir la amenaza de estallido de la primera crisis política de su gobierno, ante las supuestas disputas por cargos entre su Partido de los Trabajadores (PT), de Oliveira, y su principal aliado, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Temer.

El ministro de Relaciones Institucionales, Luiz Sergio de Oliveira, del PT, afirmó que se reunirá en las próximas horas con el líder del PMDB en la Cámara Baja, Henrique Eduardo Alves, para buscar un acuerdo sobre el tema, y no descartó una solución en las próximas horas.

El vicepresidente de la República, Michel Temer, del PMDB, sin embargo, aseguró que la suspensión de los nombramientos seguirá vigente hasta febrero, cuando tendrán lugar las elecciones para las presidencias de la Cámara Baja y del Senado.

Aunque el vicepresidente negó que haya insatisfacción en su partido por el proceso de repartición de los cargos del segundo escalón del gobierno, el actual presidente de la Cámara de Diputados y candidato a seguir en el cargo, Marco Maia, del PT, admitió que está en curso una disputa por puestos importantes del nuevo gobierno.

"Esta disputa por cargos es algo democrático y legítimo, porque los partidos quieren intentar tener más espacio en el gobierno", expresó Maia, en declaraciones a la agencia oficial ABR. El diputado Eduardo Cunha, del PMDB, admitió a su vez que su partido se molestó por no haber sido consultado en el proceso de repartición de cargos.