La flamante presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, envió a Río de Janeiro a su ministro de Integración Nacional, Fernando Bezerra, encargado de sobrevolar las áreas afectadas y elaborar un programa de emergencia de financiamiento para la reconstrucción de las ciudades y para ayuda a los más de 1.000 desplazados por la lluvia.

La peor tragedia ocurrió en la ciudad de Teresópolis, a unos 100 kilómetros de Río, donde Defensa Civil confirmó hasta ahora las muertes de 237 personas, casi todas soterradas en aludes de tierra y derrumbes de casas. Las lluvias dejaron además a ocho víctimas fatales en la ciudad turística de Nova Friburgo y causaron la muerte a una pareja de ancianos de la ciudad histórica de Petrópolis.

Unos 800 efectivos de la Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos de Teresópolis trabajan intensamente en la búsqueda de personas dadas como desaparecidas y que estarían soterradas. Los rescatistas aguardan además la llegada a la ciudad de dos helicópteros enviados por la Armada brasileña, para facilitar el transporte de hombres y equipos a áreas aisladas por los derrumbes.

En entrevista concedida este miércoles al canal televisivo GloboNews, el alcalde de Teresópolis, Jorge Mario, dijo que la tragedia fue causada por la intensidad inusual de la lluvia de esta madrugada, que llegó en menos de cuatro horas a 160 milímetros, "más que el total" esperado para todo el mes de enero. Según el político, quien declaró el estado de calamidad pública en la ciudad, la tormenta dejó al menos 500 desalojados y destruyó "decenas de calles y puentes".

Las lluvias también causaron destrozos en la ciudad turística de Nova Friburgo -fundada por inmigrantes suizos-, donde los aludes dejaron al menos ocho víctimas fatales, entre ellas tres oficiales del Cuerpo de Bomberos que buscaban rescatar a personas soterradas en el derrumbe de un edificio.

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, anunció que el comandante de la Armada brasileña, Julio Moura, prometió enviar aeronaves para transportar a equipos y a rescatistas de los bomberos y de la Defensa Civil a las regiones que se quedaron aisladas por la tormenta.

Según el jefe de la Defensa Civil de Teresópolis, el comandante Flavio Castro, "muchos equipos (de rescate) enfrentan dificultades para llegar a los lugares más afectados" por los aludes de tierra, que aislaron a barrios enteros de la ciudad, que, al igual que Nova Friburto, también sufre con cortes de energía y con un colapso del sistema telefónico.