De acuerdo con el informe presentado por Poiré, la mitad de las muertes violentas se concentró en los estados Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas, los tres del norte del país.

Por trimestres, hubo 3.334 asesinatos en el primero, 4.107 en el segundo, 4.142 en el tercero y 3.690 en el cuarto. Este decrecimiento, "sin convertirse aún en una tendencia permanente, es por sí solo notable", subrayó Poiré.

En Ciudad Juárez, la ciudad más violenta de México, hubo 2.738 asesinatos el año pasado, casi el 23 por ciento más que en 2009, según la base de datos sobre seguridad pública.

Las estadísticas muestran un dramático incremento de las muertes violentas en esa ciudad desde que comenzó la estrategia de lucha frontal contra el crimen organizado del presidente Felipe Calderón, a finales de 2006, año en el que llegó al poder.

Los asesinatos de Ciudad Juárez representan el 17,9 por ciento del total nacional. En 2009 significaron alrededor del 25 por ciento. La evolución en los cuatro años de gobierno de Calderón muestra que hubo 136 muertes violentas en 2007, 1.332 en 2008 y 2.230 en 2009, es decir 508 menos que el año que acaba de concluir.