"No queremos que vean a la Argentina solamente como una vaca o como productora de granos; la Argentina dio un salto cualitativo en materia de valor agregado", destacó la mandataria, ante los CEOs de empresas turcas, en el cierre del seminario sobre Negocios y Oportunidades entre Argentina y Turquía.

Cristina señaló que nuestro país "se ha convertido hoy en un importantísimo productor de biocombustibles" y que "la industria farmacéutica tuvo un desarrollo muy importante". También mencionó que "enriquecemos nuestro propio uranio y estamos desarrollando reactores nucleares".

En ese sentido, tras afirmar que "las claves del siglo XXI serán los alimentos, la ciencia, el trabajo, energía y la tecnología", resaltó que "la Argentina es el único país en toda Latinoamérica con 3 premios Nobel en ciencias duras y esto para nosotros es un gran honor".

Luego de acotar que Argentina "es el octavo país en superficie en el mundo y gran parte de su territorio es utilizable en cultivos", advirtió que "la asociación entre alimentos y ciencia y tecnología será clave para cubrir esa demanda".

Durante su exposición, Cristina manifestó que "nuestro país ha tenido problemas similares a los de Turquía, y ha podido recuperarse" y que "en estos ocho años" la Argentina tuvo "el crecimiento más importante de sus 200 años de historia". A su vez, hizo mención a las "relaciones de profunda raigambre cultural" entre los dos países y apuntó que ambos "somos integrantes del G-20, que es hijo de la crisis de 2008".

La mandataria enumeró los logros de la visita a Turquía, que culmina hoy, al expresar que "sucedieron cosas importantes estos días que estuve en Ankara y Estambul". Resaltó el acuerdo "por el cual habrá conectividad directa entre los hombres de negocios de los dos países" ya que "comenzarán a operar en agosto vuelos directos entre Estambul, Ankara y Buenos Aires.

Por otra parte destacó la "conformación de una cámara de comercio binacional, para agilizar las oportunidades entre ambos países", y la "apertura de una oficina comercial en Estambul, que es el centro de la economía y finanzas de Turquía".

La jefa de Estado concluyó que "si logramos un mundo más justo, más equitativo y más igualitario, vamos a tener un mundo con mayor seguridad y paz, que son conceptos que no se defienden desde lo militar sino desde la economía y la política".