El presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, pidió "prudencia" a sus compañeros del Partido socialista (PSOE) y los instó a mantener la máxima cautela sobre el asunto y evitar hacer conjeturas sobre el futuro de este nuevo grupo político o del futuro de ETA.

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que los jueces decidirán si el rechazo a la violencia de ETA contenido en el estatuto del nuevo partido "permite sortear y salvar la situación de ilegalidad de Batasuna", entendido como el brazo político de ETA.

El dirigente independentista Rufi Etxeberría señaló hoy que la izquierda abertzale (independentista vasca) "rechaza y se opone al uso de la violencia o la amenaza de su utilización para la consecución de objetivos políticos, incluyendo la violencia de ETA si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones".

Según los estatutos anunciados hoy y que serán inscriptos esta semana en el Ministerio de Interior, el nuevo partido del independentismo vasco condena la violencia de ETA y advierte que expulsará a aquellos integrantes que no rechacen explícitamente actuaciones armadas de ETA.

Es la primera vez "en muchos años" que Batasuna expresa su rechazo a la violencia de ETA, reconoció Pérez Rubalcaba, pero advirtió que "no se trata de un rechazo gratuito" sino que obedece "a la firmeza con la que han actuado las instituciones, el Estado y la sociedad española y vasca".

El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior añadió que después de muchos años de violencia la credibilidad de Batasuna "está bajo mínimos" y que existe "una gran desconfianza" de los ciudadanos hacia ellos.

No obstante, aseguró que queda "un largo camino por recorrer" y destacó que "ETA aún no ha declarado el fin de la violencia" y, por ello, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "seguirán trabajando" para acabar con el terrorismo.