La movilización reclamaba el avance en las causas, de Bonefoi, por un lado, y de Carrasco y Cárdenas, por otro. Bonefoi, de 16 años, fue baleado en la nuca por el policía Sergio Colombil en la madrugada del 17 de junio. El juez a cargo de la causa proceso al policía como responsable del homicidio. Los asesinatos de Carrasco, de 16, y Cárdenas, de 29, llegaron en la tarde del 17 cuando el grupo policial BORA reprimió las protestas de los vecinos por el primer asesinato, de las que ninguno de los dos asesinados participaban.

El gobierno rionegrino, y especialmente el área de Seguridad, negó la participación policial en las muertes en todo momento. Incluso llegó a justificar, durante una interpelación ante el Parlamento provincial, que las fotos en que aparecían policías apuntando sus armas nueve milímetros correspondía a personal que actuaba como fuerza de apoyo.

Al finalizar la movilización, alrededor de las 19.30, cuando llegó al Centro Cívico de la ciudad patagónica, un grupo de manifestantes que habría adherido a la movilización en reclamo de otro caso de gatillo fácil, lanzaron una bomba molotov contra la Unidad Regional de la policía. El grupo BORA volvió a salir a la calle, sin víctimas fatales.