La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, manifestó su "repudio a este acto de violencia contra niños indefensos", luego de declarar tres días de duelo nacional. No obstante, no suspendió su viaje a China programado para el próximo fin de semana ni tiene previsto hasta el momento viajar a Río de Janeiro para los funerales de las víctimas, según confirmó a la AFP la Presidencia.

Una multitud llegó al cementerio de Morundu, cercano a la zona de Realengo, el suburbio del oeste de Río donde se ubica la escuela primaria en la que ocurrió el ataque. Un helicóptero de la Policía Militar carioca tiró pétalos de rosas desde el aire sobre el cementerio. Ambulancias y carros de bomberos se previeron para atender eventuales emergencias durante estas ceremonias, que serán seguidas con tristeza por un Brasil en duelo.

"Eran personas muy buenas que no hacían nada malo a nadie, me parece que ellos van a aparecer en cualquier momento para ir otra vez a la escuela" dijo Alan Marcelo Diniz, un ex alumno de 18 años que, además, dijo haber conocido al autor de la masacre, Wellington de Menezes de Oliveira, de 24 años. Según comentó, era una una persona poco comunicativa e introspectiva.

Los primeros entierros de las víctimas comenzaron desde este mediodía. Diez niñas y dos varones fallecieron cuando Oliveira ingresó a la institución y les disparó a quemarropa, mientras los 400 alumnos de entre 9 y 14 años entraban a esa institución.

A medida que las horas pasan, algunos detalles del ataque y del agresor comenzaron a conocerse. Un video del circuito interno de cámaras de la escuela muestra algunos momentos del tiroteo: se ve a adolescentes corriendo desesperados, cayendo al piso y levantándose intentado escapar del atacante, quien pasa corriendo delante de la filmadora.

Otra filmación de un testigo, subida al sitio de internet Youtube, muestra a varios alumnos saliendo ensangrentados por la puerta de ingreso del establecimiento escolar, en medio de escenas de pánico de los padres agolpados frente al recinto.

Los padres del atacante, quien fue alumno de la institución, dijeron a la televisión que era su hijo adoptivo y que había abandonado el hogar hacía ocho meses. El coronel Evandro Bezzerra, portavoz del cuerpo de bomberos, dijo que Menezes de Oliveira cometió un acto premeditado. "Vino a la escuela preparado para hacer eso", una masacre, resumió.

La policía investiga el origen de las armas utilizadas por el atacante, que logró recargarlas varias veces antes de morir tras ser alcanzado en una pierna por el disparo de un policía que ingresó al lugar.