Fujimori se impuso en una simulación de voto de las empresa CPI por un 53,7 contra un 43,6 en votos válidos, mientras que en otra de Ipsos Apoyo ganó con un 51,4 por ciento contra un 48,6. Entretanto, en una encuesta de Datum, que incluye a indecisos y votantes en blanco, las cifras fueron un 44,1 contra un 40,8 por ciento.

Los analistas de las encuestadoras coincidieron en que la tendencia aún no es definitiva, pero el panorama es más alentador para la hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori, mientras Humala permanece atrapado por los miedos que genera su candidatura y por la fuerte campaña mediática en su contra.

Según el director de Ipsos Apoyo, Alfredo Torres, las dudas sobre los dos candidatos se mantienen, pero la inmensa mayoría de la población ya decidió apoyar a uno de los dos. Los resultados de las encuestas demostraron que el gran talón de Aquiles de Humala sigue siendo la vinculación con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, mientras que el de Fujimori es el recuerdo del gobierno de su padre, quien cumple una pena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

Fujimori se mantiene arriba pese a que un 64 por ciento de los consultados por Ipsos Apoyo se dice convencido de que indultará a su progenitor, lo que según los expertos se explica en que ella genera menos dudas respecto al rumbo económico. La gran fuerza de la candidata se mantiene en Lima Metropolitana, donde está casi un tercio de la población electoral y donde su ventaja es amplia en todas las mediciones. Si no se considerara a la capital, el postulante por la alianza Gana Perú estaría al frente.

Los analistas de las encuestadoras coincidieron en que dada la histórica volatibilidad del electorado peruano las tendencias no pueden darse como definitivas, pues determinados gestos o errores podrían tener efecto en la recta final.