El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que "estamos decididos a proseguir con nuestra misión para proteger a la población libia". Francia, uno de los principales impulsores de la campaña, había dicho que la misión iba a durar días o semana, no meses. La OTAN dice que dañó severamente la capacidad militar del Ejército libio, pero, sin embargo, los bombardeos de la alianza no lograron romper el estancamiento del conflicto, que casi desde su inicio muestra a los rebeldes en control del este de Libia y al gobierno en dominio del Oeste.

En la operación que ya se cobró la vida de varios civiles -lo que le valió las críticas de varios países- participan 17 países con casi 200 aviones y 18 barcos. Consiste en un bloqueo marítimo, un embargo de armas y bombardeos aéreos -hasta ahora 3.500- contra las tropas de Khadafi.

La organización inició sus bombardeos el 31 de marzo tras una resolución de la ONU y su mandato vencía a fines de junio. Ahora fue prolongado hasta septiembre. Entre ayer y hoy realizaron cerca de 50 misiones militares de ataque, entre ellas contra tres plataformas de lanzamiento de cohetes tierra-aire y contra un polvorín cerca de Trípoli.

La decisión fue tomada durante una reunión en la sede de la alianza en Bruselas por representantes de los 28 países que la integran y de los cinco países extra OTAN que participan de la misión en Libia: Qatar, Jordania, Emiratos Arabes Unidos, Marruecos y Suecia.