La decisión se tomó en el marco de la megacausa por la "mafia de los medicamentos", a cargo del juez federal Norberto Oyarbide, quien lo detuvo y acusó de vender remedios vencidos. Según el fallo, "existen constancias que acreditan que el imputado es también responsable en orden a los hechos vinculados a la comercialización de productos que eran extraídos del stock del Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas". Los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah se basaron en escuchas telefónicas de Salerno y, por ejemplo, la encargada del depósito del hospital, Susana Yannaccio.

La denuncia contra Salerno se inició con la presentación de una médica de un hospital psiquiátrico que pidió analizar dos pastillas vendidas por la farmacia del ahora detenido, Fharmaz Group SRL. Allí se estableció que una de ellas, la "quetiapina" contenía "sólo el 38,2 por ciento del principio activo declarado".

Como agravante advirtieron que los cuadros para los que están destinados esos medicamentos -psicosis como esquizofrenia o manía bipolar- "hacen que cualquier alteración en su composición cuali-cuantitativa podría provocar una alteración en el estado de salud del paciente y en último caso hasta producir la muerte del mismo por descompensación de su estado".

La Olanzapina, remarcaron los magistrados, "es una droga denominada de ventana terapéutica estrecha, que significa que no existe mucho margen entre las dosis que producen la acción terapéutica deseada y aquellas que provocan los efectos adversos".

Salerno comenzó a ser investigado en julio de 2008 y en cada una de las empresas que fue fundando se encontraron medicamentos adulterados, destacó la Cámara. Además, a través de sus droguerías "se comercializaban aquellos productos que eran retirados del hospital público", agregaron en relación al Posadas. "En ese contexto, no cabe sino la asignación de un rol principal a Salerno, por cuanto en torno a él se desarrollaron todas las actividades ilícitas hasta aquí detectadas", afirmaron los jueces.