Fuentes gubernamentales aseguraron al canal de noticias Al Yazira que los bombardeos de la Alianza Atlántica, iniciados a finales de marzo, costaron la vida a 700 civiles hasta el momento. El fin de semana, la OTAN reconoció el bombardeo por error de un edificio de viviendas en Trípoli, lo que provocó la muerte de varios civiles y el lunes el régimen libio acusó a la alianza de la muerte de otros 15 ciudadanos en Surnam, incluidos varios familiares de Al Chuedi al Hamidi, un estrecho colaborador de Khadafi.

Sin embargo, en portavoz de la OTAN Mikel Braken aseguró ante la prensa en Nápoles que el edificio atacado en esa zona era "un significativo nódulo de control y comando". "Las instalaciones estaban directamente involucradas en la coordinación de ataques sistemáticos sobre el pueblo libio y fueron identificados mediante un riguroso análisis", apuntó Braken. "Se trataba de un objetivo militar legítimo", aseguró.

"La OTAN es consciente de las acusaciones de que ese ataque provocó víctimas", agregó Braken, aunque apuntó que es algo que la OTAN no puede "verificar independientemente". "Cuando la OTAN crea que puede haber causado víctimas civiles, lo diremos", apuntó en Bruselas otra portavoz de la Organización Internacional del Atlántico Norte (OTAN), Oana Lungescu, quien señaló que lo ocurrido el domingo en Trípoli fue una excepción.

En declaraciones a la agencia alemana dpa, una fuente del gobierno libio acusó sin embargo a ala OTAN "de llevar a cabo asesinatos dirigidos y ataques contra los civiles en Libia". Esa misma fuente aseguró además que las fuerzas de seguridad libias interceptaron una conversación telefónica en la que oficiales de la OTAN hablaron de planes para atacar las viviendas de todos los hijos de Khadafi.

Por otro lado, la OTAN negó hoy que uno de sus helicópteros de ataque Apache fuera derribado por las fuerzas de Khadafi, aunque reconoció que uno de sus helicópteros de esclarecimiento no tripulado perdió el contacto por radar con el centro de comando.