Giorgos Papandreu reconoció que Grecia "no tiene una agencia tributaria como los países del norte” de Europa, con una buena organización, una reglamentación clara y capacidad para implementar su mandato. Criticó que “el sector público es muy burocrático y poco transparente. Es también necesaria una reforma de la administración, que llegue muy profundo, y que cambie la mentalidad de fondo".

"Probablemente encargaremos esta tarea a empresas privadas porque tenemos la impresión de que el aparato recaudador (estatal) no puede hacer eso y porque en esta tarea no se ha mostrado muy competente", agregó el primer ministro al diario alemán "Financial Times Deutschland".

La reducción drástica del fraude fiscal es una de las herramientas a las que está recurriendo Atenas para reducir su deuda pública, que en la actualidad roza el 160 por ciento de su PIB, según datos del Banco Central Europeo (BCE).