Durante la primera parte del agónico alargue, los equipos fueron y vinieron con juego y pelotazos. Messi gambeteó y presionó. Pastore probó de afuera. Zabaleta también. Tévez no quiso ser menos. El Pipa tampoco. Un tiro libre de Lionel y un disparo de Higuaín fueron los intentos más concretos, mezclado con algunas llegadas de Uruguay, que hicieron sufrir.

La segunda parte del adicional mostró un cambio en el juego de Argentina, que intentó y logró mantenerse en el arco del equipo contrario, mostrando un juego más ofensivo. Solo algún contra ataque de Uruguay puso en riesgo a la selección local, que a pesar de mostrarse en estos 15 minutos mejor parada que Uruguay, no pudo concretar el gol.

Durante los 90 minutos iniciales, Argentina insistió varias veces con la habilidad de Messi encendido que abrió el juego, que tocó y presionó. El equipo se mantuvo veloz y resistente a las presiones dominando la pelota y jugando por lo bajo. Pero el partido fue subiendo de tono al punto que a los 38 minutos, una falta de Pérez, autor del tanto uruguayo, lo dejó afuera del partido al ser expulsado.

Con diez jugadores, Uruguay siguió buscando. Tras un tiro de esquina pateado por Forlán tres minutos antes de la finalización del primer tiempo, el travesaño volvió a salvar a Argentina tras un cabezazo uruguayo. El contragolpe fue con una gambeta de Messi por la derecha, que terminó en eso nomás.

En el segundo tiempo los dos equipos tuvieron sobresaltos, algunas llegadas de Forlan, y otras grandes jugadas de Messi, que al llegar al área se encontraba solo. Fueron más las llegadas de la selección local que las de Uruguay, igual hubo algunas situaciones que gracias a Romero, el arquero argentino, no terminaron en gol.

La mayoría de los minutos se parecieron a un partido de Ping–Pong. Cada vez que Argentina llegaba al arco, Uruguay robaba la pelota y corría hasta el arco defendido por Romero, donde nuevamente la albiceleste se quedaba con la pelota. Así fue durante la mayoría del segundo tiempo en que la selección local tuvo un gol anulado, algunas faltas sin cobrar y muchas llegadas al arco. Uruguay también tuvo un gol anulado.

El partido no disminuyó la intensidad ni el juego fuerte. Una falta sobre Suárez le valió una amarilla a Milito. A los 30 minutos, Pastore reemplazó a Di María, de baja actuación. Y minutos después, con un pase de Messi, Higuaín de media vuelta intentó colocar una pelota que fue rechazada por el arquero.

La reacción uruguaya fue con un contragolpe que llegó hasta el área argentina y salvó Romero. Entre el ida y vuelta con pelotazos de uno y otro lado, Carlitos Tévez entró por Agüero y levantó las tribunas. Después del minuto 41, los dos equipos se quedaron con un jugador menos tras la expulsión de Javier Mascherano. Para los 44 minutos, un tiro libre de Carlos Tevez hizo temblar el arco Uruguayo. El pitazo final dio pie al alargue. Luego los penales. Y el triunfo de Uruguay.