Pocas horas después de que el guardaespaldas de Yunis, Abdulla Baio, denunciara que el general había sido detenido por funcionarios del CNT, el presidente del Consejo confirmó su asesinato de manera sorpresiva durante una rueda de prensa realizada en el Hotel Tibesti, el bastión rebelde de Bengasi.

Baio denunció que el general, acusado por algunas fuentes de colaborar con el gobierno de Trípoli, había sido retenido por la Brigada 17 de Febrero, dirigida por Fawzi Bu Katef, cuya sede fue evacuada luego de difundirse la noticia de la muerte del exministro del Interior de Khadafi. Yunis, considerado el segundo hombre del régimen del coronel Khadafi, se pasó al bando rebelde el 22 de febrero e inmediatamente tomó el mando de las maltrechas fuerzas armadas de los rebeldes.

Baio explicó, más tarde, que luego de que se reconociera su asesinato los hombres leales a Yunes habían retrocedido 10 kilómetros en el frente de Brega, después de haber exigido de manera infructuosa su libertad.