Dilma comenzó su discurso resaltando que los países extranjeros que invirtieron de los dos lados de la frontera buscaron romper la relación entre Argentina y Brasil al crear trochas distintas en los sistemas de ferrocarriles como también distintos sistemas energéticos. La mandataria brasileña explicó que la evolución económica llevó a ambos países a "crear una relación entre los países y con la región que permitió evaluar" la mejor forma de relacionarse.

En ese sentido, Rousseff destacó la relación bilateral iniciada por Kichner y Da Silva por ser "el marco de un modelo que nosotras profundizaremos", en referencia a la continuidad de la relación con la presidenta argentina. Además, resaltó que "el desarrollo sólo es pleno, cuando incluye a cada mujer y cada hombre de nuestros países, y eso es lo que nos mantiene fuertes como grandes mercados apetecibles para otros países".

Luego, Dilma dimensionó las potencialidades de los dos países con bastas reservas de agua dulce, recursos enérgeticos y minerales, grandes capacidades productivas, y la mayor producción de alimentos. "No sólo tenemos los recursos sino que tenemos conciencia de lo que podemos ser", advirtió la presidente brasileña.

Al finalizar su discurso, y fuera de protocolo, Rousseff invitó a Lula a dirigir algunas palabras como impulsor, junto al ex presidente argentino, de la actual relación bilateral. "Soy profundamente cristiano y creo que la vida no termina cuando el cuerpo se va. Por eso, creo que Kirchner, en este momento, debe estar pensando 'pobre de mí y pobre de Lula' porque las presidentes van a hacer historia en América del sur y América Latina, y van a dejarnos chiquititos", halagó el ex presidente brasileño a las dos mandatarias.

Luego, Lula se consideró "parte de una generación que tiene que agradecer todos los días porque no se imaginaba que los dos países más grandes pudieran ser gobernados por dos mujeres" y resaltó "no sólo mujeres sino personas que son militantes polítcias, personas que saben a quien están gobernando y personas que saben, claramente, que las dos juntas van a tener mucha más fuerza que Kirchner y yo". Por último, se esperanzó que esas fuerzas sirvan para "pelear en el G-20 para cambiar la geopolítica mundial".