Durante una conversación telefónica, ambos líderes manifestaron su "profunda preocupación por el uso de la violencia del gobierno sirio contra los civiles y su convicción de la necesidad de responder a la exigencia legítima de transición democrática expresada por el pueblo sirio", según informó un comunicado de la Casa Blanca.

Desde mediados de marzo Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen que ya se cobró las vidas de al menos 1.772 civiles y 410 miembros de las fuerzas de seguridad, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El comunicado de Washington indicó que los mandatarios aseguraron que continuarán vigilando la situación de cerca y consultarán sobre posibles pasos a seguir en los próximos d?as. Además, convocaron a la comunidad internacional a que se sume a las sanciones contra Siria para presionar a Al Asaad a acabar con la represión.