Con este régimen, los directores de las empresas tendrán que presentar en las próximas dos semanas un listado con los empleados que serán enviados a la "reserva de trabajadores", como también se llevarán a cabo prejubilaciones. El mecanismo de "reserva" supone que los trabajadores recibirán durante un año el 60 por ciento de su salario y después serán despedidos. Cada compañía deberá aplicarlo con "al menos el 10 por ciento" de su plantilla, y el grueso de los despidos damnificará a los departamentos de administración.

Esta es una de las sanciones que reclaman los expertos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), como contrapartida para liberar las ayudas a Atenas. La "troika" llegará mañana a la capital griega para evaluar el impacto de las medidas económicas helenas, y decidir sobre la concesión del próximo tramo del fondo de ayuda. Durante el fin de semana surgieron nuevas dudas sobre una posible insolvencia del país mediterráneo.

Por su parte, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, mantendrá conversaciones telefónicas con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para analizar la crisis de deuda griega, mientras cobran nueva fuerza los rumores sobre una posible quiebra.