Martínez Mendoza agregó que el rechazo al ALCA en 2005 "significó un momento que marcó un camino muy importante y que torció el rumbo de lo que luego pasó en América latina y el Caribe: un rumbo que hoy se puede disfrutar con la fortaleza de la UNASUR". El embajador de Cuba, Jorge Lamadrid, por su parte, destacó que Mar del Plata "marca la historia reciente de Latinoamérica y el Caribe, nos enseña lo que significa la causa latinoamericana. (...) Queremos seguir honrando el recuerdo de esa decisión de recuperar para siempre nuestro destino, el de nuestros países y el de nuestras propias potencialidades, que son muchísimas", concluyó Lamadrid.

El secretario de Relaciones Institucionales de la CTA, Raúl Calamante, a su vez, dijo que, "viendo lo que pasa en Grecia y en otros países afectados por esta crisis económica y financiera mundial, nos preguntamos ¿dónde estaríamos ahora la Argentina y el resto de los países latinoamericanos si hubiéramos aceptado integrarnos al ALCA?. Estaríamos pagando nosotros la crisis de los grupos y del capital financiero de los países del norte, como lo están pagando los griegos, los españoles y otros", agregó Calamante, también secretario del Interior del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de la provincia de Bueno Aires (SUTEBA).

A seis años de aquella Cumbre continental, de la que surgió una declaración ambigua que reflejaba el enfrentamiento de los dos bloques, uno liderado por Estados Unidos y Panamá, y el otro por el Mercosur y Venezuela, Calamante sostuvo que el balance va de "la derrota del ALCA a la UNASUR".