El gobierno de Nicolas Sarkozy espera alcanzar de esta manera un aumento de sus ingresos de 2600 millones de euros. Además, se congelarán los sueldos del Presidente y del gabinete de ministros hasta que el presupuesto se encuentre equilibrado, y se reducirá el presupuesto para la campaña de las elecciones presidenciales de 2012. Según estimaciones del primer ministro, para el saneamiento del déficit fiscal hasta 2016 harán falta unos 100.000 millones de euros. "La palabra bancarrota ya no es un vocablo abstracto", dijo Fillon a la vista del riesgo que suponen el estancamiento económico y el endeudamiento público.

El gobierno francés corrigió recientemente a la baja la previsión de crecimiento económico para 2012, del 1,7 por ciento a sólo el 1 por ciento del producto interno bruto (PIB). París esperaba asimismo un incremento del dos por ciento del PIB en 2011, pero corrigió posteriormente esa misma cifra. Las nuevas medidas de ahorro eran necesarias para reducir al 5,7 por ciento el déficit en 2011, al 4,5 en 2012 y al 3 por ciento en 2013.