El hecho ocurrió cerca de las 10, en la vivienda situada en la calle 27, entre 46 y 48, del barrio Las Palmas de Miramar, donde Gastón se encontraba solo ya que su madre había salido a hacer unas compras y su padre, Carlos Bustamante, estaba en el trabajo. Por eso, la principal hipótesis de la investigación indica que el crimen fue cometido por delincuentes cuando entraron a robar pensando que no había nadie en el lugar y se sorprendieron al encontrar al niño.

"La victima habría sido sorprendida por los delincuentes cuando seguramente estaban en su habitación. Los delincuentes habrían ingresado por la parte trasera de la casa que estaba sin llave, es decir, que no rompieron ni violentaron ninguna cerradura", indicó el fiscal de la causa.

Moure precisó que el cuerpo se encontró "tirado al costado de una cama, en el piso" y la autopsia indicó que "el niño fue asfixiado con una media, estrangulado más precisamente, y golpeado en la zona del cráneo", confirmó el fiscal, que calificó el hecho como un "aberrante crimen".

El funcionario judicial indicó que al encontrar el cuerpo, la víctima "no tenía un teléfono en la mano" y que "la computadora estaba apagada, pero eso no quiere decir que no la haya estado usando, por lo que va a ser analizada" la posibilidad de que la reacción violenta de los ladrones haya sido porque el niño intentó advertir sobre el robo.

Moure dispuso que dos hombres mayores de edad quedaran "aprehendidos de urgencia" ya que "tendrían una cercanía con el domicilio de la víctima". Al mismo tiempo, los pesquisas continuaban entrevistándose con personas que hayan podido ver algo de lo ocurrido.

Por su parte, el intendente Patricio Hogan señaló que "el gobierno comunal no se siente ajeno a tan desgraciado suceso, que ha vulnerado la intimidad de una familia y cobrado la vida de un ser inocente que recién comenzaba a vivir" y concluyó: "El hecho ha afectado no sólo a la familia y allegados al pequeño, sino a la sociedad miramarense en su conjunto".