Clegg descartó que sea "Gran Bretaña el caso donde pueda hacerse un referendo sobre la Unión Europea", respecto de la propuesta rechazada de realizar un plebiscito en el Viejo Continente sobre el pacto alcanzado, y enfatizó usar el veto fue una "mala decisión" y ahora el Reino Unido corre el riesgo de permanecer "aislado y marginalizado".

Una fuente cercana al vice, citada por The Independent, indicó que Clegg está furioso por el modo en que Cameron "jugó mal el partido" en Bruselas. Otras fuentes sostienen que Clegg "no lo podía creer" cuando el viernes pasado se levantó de la cama a las 4 de la mañana y se enteró de las últimas noticias.

"No creo que esta es una buena decisión para los puestos de trabajo, para la City o donde sea, o para el crecimiento y para las familias", consideró. "Y le dije al primer ministro que para mí es imposible dar la bienvenida a esta medida", agregó Clegg.

Cuando se le preguntó si el gobierno británico está en riesgo, Clegg respondió: "Sería perjudicial para nuestro país si el gobierno ahora se fuera a menos; sería un desastre económico en un momento de gran incertidumbre".

Según el ministro de Finanzas británico, George Osborne, la decisión de Cameron "ayudará a proteger los intereses económicos de Gran Bretaña". Osborne subrayó ayer que los servicios financieros y el sector de manufacturación británicos "quedaron protegidos de un avance de la integración de la Eurozona".