El contingente principal de 550 prisioneros entró en la ciudad de Ramala, en Cisjordania, donde fueron recibidos por miles de palestinos que aguardaban frente a la sede de la Autoridad Palestina. A su vez, un grupo de 41 detenidos llegaba a la franja de Gaza.

La mayoría estaban condenados como máximo a cinco años de prisión, con gran parte cerca de cumplir su pena. Más de la mitad pertenecen al movimiento nacionalista Al Fatah, que encabeza el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas. En la primera fase del canje, Israel excarceló a 477 presos palestinos, a cambio del soldado Shalit, que había sido capturado cinco años antes por tres milicias palestinas.