Idleb y Homs son dos de los principales bastiones de la oposición al régimen de Al Assad en Siria y son escenario de enfrentamientos entre el ejército y soldados desertores, por eso el consejo opositor solicitó la protección por parte de la ONU y, especialmente, que se declare la zona de Yabal Zauya, fronteriza con Turquía, "zonas catastróficas expuestas a un genocidio a gran escala".

Por otro lado, el CNS urgió a la Liga Árabe a condenar las "sangrientas masacres" cometidas por el régimen de Al Assad y a cooperar con la ONU para tomar las medidas necesarias para proteger a los civiles sirios. Mañana se espera que llegue a Siria el primer grupo de observadores de la Liga después de que el Gobierno sirio firmara un protocolo para el envío de esta misión a su territorio.

Por su parte, Francia denunció la "masacre de una magnitud sin precedentes" cometida y llamó a Rusia a "acelerar" las negociaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre su proyecto de resolución, que condena la violencia "cometida por todas las partes".

"Debe ponerse todo en marcha para poner fin a esta espiral de muerte a la que el presidente Bashar Al Assad arrastra cada día a su pueblo", declaró el portavoz de la cancillería francesa, Bernard Valero.

Desde que comenzaron las protestas contra el régimen en marzo pasado, más de 5 mil personas han muerto por la represión gubernamental, según las cifras de Naciones Unidas.