"Se trata de un sistema que se ha tornado perverso porque cajas y mutuales cobran tasas usurarias a nuestros jubilados a través de los códigos de descuento. El 34 por ciento de la masa de los jubilados toman estos préstamos que comprenden a 589 entidades que tienen código de descuento" y que aplican una tasa promedio actual del "70 por ciento", precisó la mandataria.

En cambio, con esta medida, ese porcentaje disminuirá notoriamente puesto que el costo financiero que cobra el Banco Nación para esos mismos trámites es del 22,9 por ciento anual. Y si las entidades privadas le agregan los 5 puntos máximos anunciados por la mandataria, llevarían la tasa a 27,9, un 45 por ciento menos de la que cobran en la actualidad.

"Les puedo asegurar que el Banco Nación no regala el dinero, que (un préstamo a esa tasa) es un excelente negocio; no estamos haciendo socialismo con la plata de los demás; creemos en el crédito y en las instituciones de crédito pero no vamos a creer en la usura institucionalizada, por eso hemos tomado esa decisión", argumentó CFK.

Los códigos de descuento son el gravamen que se les cobra a los beneficiarios que tomaron préstamos y que, en rigor, “son adelantos de dinero” de haberes, definió la mandataria. Según datos oficiales, estas operaciones fueron hechas por “el 34 por ciento de la masa de jubilados” y está en manos de “589 entidades: 280 son mutuales, 92 cooperativas, 80 sindicados, y el resto, centro de jubilados y bancos”.

De acuerdo con las cifras citadas por la Presidenta, el stock de créditos otorgados por ese sistema ascendió, en 2011, a 10.910 millones de pesos. El 85 por ciento de esa cantidad es ejecutado por el 12 por ciento de esas entidades, que aplican una tasa de interés promedio del 70 por ciento, pero que en algunos casos trepó hasta el 159 por ciento.

El objetivo de esta medida, argumentó Cristina Kirchner, es “hacer más transparente el sistema” y “terminar con ese círculo vicioso” de la “usura” en los préstamos a jubilados.

La nueva delegación de Anses en Lomas de Zamora está ubicada en Villa Albertina, sobre la calle Bayona, entre Falucho y Homero, uno de los barrios más pobres del distrito. Así prevé descomprimir la atención de la única sede que esa administración pública tenía en ese partido del conurbano bonaerense.