Las arcas públicas recaudarán 11.000 millones y eso permitirá bajar las cotizaciones a las empresas que financian el gasto familiar de la Seguridad Social para darles mayor margen de maniobra. Con esta decisión, Sarkozy dijo buscar "rendir cuentas" ante los ciudadanos franceses. "No hay necesidad de aplicar un nuevo plan de ahorro porque Francia está ya en el buen camino", agregó.

Además, el presidente francés anunció que el déficit público se ha llevado al 5,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2011, entre tres y cuatro décimas menos que las previstas hasta el momento. "Los esfuerzos hechos para reequilibrar los presupuestos han dado sus frutos", agregó.

En tanto, Sarkozy decidió también una derogación urgente y parcial de la ley de las 35 horas semanales. El cambio permitirá a las empresas rebajar los salarios o dejarlos igual a cambio de que sus empleados trabajen más tiempo, pero solo se hará si al menos el 30 por ciento del personal sindicado está de acuerdo, y si no se oponen más del 50 por cientode los trabajadores inscriptos a las centrales.

A la subida del IVA se sumará un “ligero aumento” del impuesto que grava los depósitos bancarios, y un anuncio largamente esperado: la tasa a las transacciones financieras. Una especie de tasa Tobin a la francesa, que sólo afectará a las operaciones bursátiles y al “trading’ de alta intensidad”. El nuevo impuesto gravará con un 0,1 por cietno ambas operaciones.