Los hechos ocurrieron una vez finalizado el partido en el que Al Ahli perdió por 3 a 1 frente a Al Masri, en Port Said, al norte de Egipto. Cientos de hinchas locales saltaron al campo, atacaron a los jugadores y se enfrentaron entre ellos y con las fuerzas de seguridad. Fue la primera victoria en los últimos 20 años del Al Masri sobre el Al Ahli, uno de los mejores equipos de Egipto. La televisión estatal mostró a gran cantidad de aficionados golpeando a los jugadores del Al Ahli, mientras que la policía antidisturbios no actuaba.

Por estos hechos, el presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcias, Hussein Tantawi, decretó tres días de luto nacional que comenzará hoy y se prolongará hasta el sábado. El líder militar de Egipto aseguró que se llevará a cabo una investigación y que los culpables serán castigados. Según el ministro de Interior, Mohammed Ibrahim, fueron arrestadas 47 personas. Hasta la ciudad portuaria de Port Said fueron enviados soldados para reforzar las medidas de seguridad.

"El ministro del Interior debe irse. Y el (gobernante) Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas debe irse también. Egipto no puede soportar más derramamiento de sangre", criticó Amr Hamzawi, abogado y uno de los referentes de la oposición que vincula los hechos de ayer con el contexto político que enfrenta a seguidores del expresidente Hosni Mubarak, en 2011, con los sectores más reformistas que, inclusive, exigen la salida de los militares que están en el gobierno.