Al declarar ante el juez federal Claudio Bonadio, Córdoba había sostenido que el problema fue una falla en los frenos y sostuvo que alertó por radio sobre el problema. Ayer, se difundieron diálogos entre la cabina de control y la formación de Córdoba previo al choque del tren en Once, pero ningún intercambio de relevancia para la investigación. "Las comunicaciones entre el puesto de comando de la formación y el puesto Control Trenes no contienen novedad alguna", subrayó TBA.

Maturano renovó sus críticas a la falta de controles por parte del Estado a las empresa concesionarias del servicio vial, e insistió en criticar a TBA por la prestación del servicio ferroviario, al ratificar que hay falta de inversión y no se renueva el material rodante. Y sostuvo: "Córdoba es la víctima 52. Cuando se enteró ante el juez de que había tantas víctimas se largó en un llanto y por eso demoró en la declaración. Para nosotros ese compañero va a quedar muerto en vida".

Por su parte, la empresa concesionaria volvió a negar que el accidente se haya producido por una falla mecánica: "La formación cumplió el trayecto sin que se verifiquen o comuniquen anomalías hasta su impacto en la estación de Once. La lectura de las desaceleraciones y frenado del tren en las estaciones (previas a Once) resultan normales".

En tanto, el auditor general de la Nación, el radical Alejandro Nievas, advirtió que por sus "fallas graves" desde 2008 estaban dadas las condiciones para que el gobierno nacional rescinda el contrato de TBA.