"Este acto se realiza en el día del aniversario del cobarde hundimiento del crucero General Belgrano y en memoria de los caídos", aseveró Puricelli al iniciar la ceremonia en ocasión de cumplirse 30 años del ataque ocurrido el 16 del 2 de mayo de 1982, cuando la nave argentina recibió el impacto de dos torpedos que fueron disparados por el submarino nuclear `Conqueror´, cuyo comandante fue autorizado a iniciar el ataque por Margaret Thatcher.

Puricelli sostuvo, además, que "así como tenemos un juicio muy duro respecto de lo que fue la decisión del 2 de abril, no tenemos un juicio menos duro del Reino Unido y de su por entonces primer ministra, Margaret Thatcher, que no trepidó en sepultar a 323 héroes".

En el acto también hizo uso de la palabra el contralmirante Carlos Castromadero, veterano de la guerra de Malvinas y que formara parte de la última dotación del Buque, recordó aquel día de mayo de 1982: "Nuestro crucero estaba herido de muerte y comenzaba a hundirse en esas gélidas aguas del Atlántico Sur con la dignidad de un grande". "El Belgrano partió a su apostadero definitivo dando tiempo a que gran parte de su dotación pudiera abandonar el mismo y llevando con sigo a 323 marinos, convirtiéndolos en su más leal guardia de Honor", afirmó.