En la misiva de tono alarmante, dirigida al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, el líder conservador señaló que "es necesario adoptar medidas decididas y contundentes y dejar clara la irreversibilidad de nuestro proyecto de integración, y en particular de la moneda única".

En opinión de Rajoy, los mercados no están atacando a España, sino al euro, por lo que pide a la UE un mensaje claro de apoyo a la moneda común, ya que "la situación está empeorando de manera acelerada y es necesario atajarla cuanto antes".

Concretamente, Rajoy propondrá en la reunión cumbre europea de los próximos días 28 y 29 en Bruselas la creación de una autoridad presupuestaria europea, encargar de gestionar de forma centralizada las finanzas y la deuda europeas. Además, impulsará una unión bancaria, con una supervisión bancaria común y un fondo de garantía de depósitos común.

En tanto, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Rajoy aseguró que la propia banca tendrá que pagar la ayuda que la UE canalizará a través del Estado español a los bancos para su recapitalización y justificó la petición de ayuda, que el propio gobierno había terminantemente descartado hasta el pasado sábado. "España no dispone en estos momentos de 100 mil millones de euros para el saneamiento de los bancos, ni tampoco puede emitir deuda para conseguir esa cantidad de dinero", argumentó.

Tanto la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como el ministro de Economía, Luis de Guindos, repitieron hoy que el crédito no tiene ninguna "condicionalidad macroeconómica", es decir, que solo irá acompañado de condiciones a la banca, sin que se pidan nuevos ajustes y reformas a la economía española en su conjunto.

Por su parte, el líder opositor socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, sin embargo, tiene sus dudas y teme que la futura concesión del crédito exija como contrapartida más sacrificios a los españoles. Pero Rajoy y De Guindos responsabilizaron de la crisis al anterior gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero por no haber solicitado hace tres años la ayuda que necesita la banca española.