Julio De Vido aseguró que “los resultados contables de las empresas eléctricas arrojan valores positivos, por lo que nada justifica la advertencia, que es una amenaza inaceptable de quienes pretender volver a la época donde la industria no podía producir por falta de competitividad en sus insumos energéticos y los hogares debían afrontar las tarifas más caras de la región”.

El ministro recordó también que “durante los últimos 10 años las principales inversiones del sector energético, que en muchos casos debieron hacer estas empresas que hoy hacen amenazas por los diarios, las tuvo que llevar adelante el Estado Nacional”.

El comunicado oficial detalló que en ese período se invirtieron más de 76.000 millones de dólares que permitieron incorporar 8200 megavatios y tender más de 4200 kilómetros de líneas de interconexión eléctrica, de extra alta tensión que anilló todo el país”. "Estas inversiones fueron inmensamente superiores y tuvieron un sentido mucho más federal e inclusivo que las que esas mismas empresas hicieron en los ´90, que sólo se concentraron en las regiones más rentables”, replicó De Vido.

El ministro señaló que “con esas inversiones no sólo garantizamos el abastecimiento de un país que vivió el período de expansión económica más extenso de su historia, con un crecimiento promedio del 9 por ciento anual desde 2003, sino que también diversificamos la matriz energética, con la reactivación del sector nuclear, la terminación de Yaciretá , el plan de Hidroeléctricas y la incorporación de energías renovables, como la eólica, solar y los biocombustibles”.

Además, De Vido destacó que el anillado con el interconectado eléctrico permitió vincular a regiones como la Patagonia o el Norte Grande, que habían sido sistemáticamente marginadas de todos los planes de inversión de esas compañías que ahora se quejan”.

El ministro ponderó las ampliaciones de los gasoductos troncales, que permitieron incorporar 27,3 millones de metros cúbicos días, incluyendo la construcción de un Segundo Cruce al Estrecho de Magallanes, entre otros motivos para abastecer de gas natural a las centrales térmicas”.

Por último, De Vido ratificó que la generación eléctrica está “absolutamente garantizada porque en 2003 había una potencia instalada de 17.900 megavatios y hoy hay más de 26.000, mientras que el récord de demanda del sistema era 14.300 megavatios y hoy es casi de 22.000”.