En términos fiscales, uno de los elementos principales de la medida es que los derechos federativos y económicos de los jugadores quedarán en mano de los clubes, con lo cual las transacciones que hasta ahora se perdían entre los distintos “propietarios” de los pases deberán pasar por una cuenta bancaria especial que tendrá cada institución deportiva.

Luego, los clubes serán los encargados de distribuir a los inversores sus partes, pero esas operaciones quedarán bajo la lupa de la AFIP. Además, el organismo estará habilitado a establecer valores de referencia sobre las operaciones de compraventa.

También se creó un registro de representantes que apunta a saber quiénes son los empresarios de ese sector, a qué futbolistas representan, cuáles y cómo son sus contratos y las remuneraciones que perciben.