El exfuncionario, en diálogo con radio Vorterix, destacó que viajó "muchas veces" en el Sarmiento y que "tenía muchos amigos en la zona de Haedo", por donde pasa el ramal. Además, señaló que como "su hijo que estudia en la Universidad de Tres de Febrero y viaja todos los días desde mi casa en tren. Sabía cuando el tren estaba sucio, limpio...".

Schiavi consideró que "el Sarmiento es un ferrocarril con un problema crónico, porque no hay otra manera de venir a Capital Federal de esa región que no sea por el ferrocarril" y afirmó que "tiene problemas estructurales".

Respecto de las circunstancias previas al impacto, el exsecretario de Transporte explicó: "El tren entró a la estación a la deriva, que es como cuando un auto va en punto muerto, sin reacción. Llevaba una velocidad importante, a la deriva, a 26 kilómetros por hora, y ahí está el punto en el que no tenemos claro qué fue lo que sucedió, porque los frenos funcionaban, las pericias se hicieron, el tren tenía oxígeno".

Por su parte, el presidente de AGN resaltó que "desde hace varios años el sistema de funcionamiento del Sarmiento es pésimo. Las condiciones de inseguridad eran graves y se fueron agravando con el tiempo. Esto comprobó la pericia técnica que se hizo con posterioridad". Despouy recordó que en 2008 la AGN realizó un informe sobre el estado de los frenos de los trenes del Sarmiento y aseguró que constataba "el pésimo funcionamiento" del ramal, que "los frenos no funcionaban" y que "no había" freno de emergencia, freno de mano ni velocímetro.

Asimismo, el titular de la AGN aseguró que las pericias técnicas realizadas luego de la tragedia de Once "comprobaron" las afirmaciones del informe realizado en 2008 y sostuvo que el accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012 "constituía una tragedia anunciada".

"Le pediría al señor Schiavi que lea la página 48 del informe hecho en 2008 que la Auditoría General de la Nación hizo sobre el estado de los frenos en el Sarmiento y también que lea el último informe que hicimos con posterioridad al accidente sobre el mal estado técnico en el que se encontraban", sentenció.

Por otra parte, Schiavi reconoció que "no fueron declaraciones muy buenas" las que hizo al siguiente de la tragedia ocurrida el 22 de febrero de 2012, aunque remarcó que en aquel entonces salió "a dar la cara" porque se sintió "obligado a hablar como parte del Estado" y "por la necesidad" de asumirse "como parte del Estado y ser responsable de lo que estaba diciendo".