Los vecinos resoliveron ayer, luego de cortar por un par de horas la autopista Illia en protesta por la decisión del gobierno porteño, convocar para mañana a una asamblea para discutir las medidas a seguir. El piquete en el que los vecinos reclamaban que se permita ingresar los materiales obligó a funcionarios del gobierno a concurrir al lugar pero "no se aportó ninguna solución, sólo se acortó el plazo para una reunión, que se va a realizar el próximo lunes, en la que se va a tratar la situación", dijo hoy Leandro Martínez Canter, el abogado de los habitantes de la villa.

El letrado precisó que "mañana los vecinos van a hacer una asamblea para censar a la gente involucrada en la cadena laboral y de comercialización y firmar un petitorio para llevarlo el lunes a la reunión que se acordó ayer con Gonzalo Mortola de la Secretaría de Hábitat del gobierno porteño".

La decisión del gobierno de no dejar entrar materiales a la Villa 31 y 31 bis del barrio de Retiro, se tomó en forma abrupta, unilateral y sin aviso previo para poder evaluar los daños que podía provocar, denunciaron los vecinos. No obstante, las autoridades argumentan que lo que se hizo fue dar cumplimiento a un fallo de hace 5 años. "En 2008 hubo una acción judicial por la que se prohibió la entrada de materiales para evitar la construcción en la Villa, pero esa resolución nunca se cumplió y se siguió reacondicionando las viviendas", dijo Martínez Canter, tras añadir que "después de 5 años, en forma intempestiva y sin notificar el gobierno decidió cumplir esa medida".

Relató que ante esto, "promovimos un amparo para que se los deje seguir trabajando", ante el juzgado 5 de la Secretaria 9 del Tribunal Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires. "Pero -agregó- como hay una gran dilación en el servicio de justicia, y la policía Metropolitana impidió la entrada de un camión con materiales, los vecinos realizaron ayer el corte de la avenida Ramón Castillo y de la Autopista Illia".

El letrado remarcó que 100 albañiles y empleados de los galpones trabajan diariamente. "Si no trabajan directamente no tienen para comer en el día a día, encima los comedores del barrio que son del gobierno no funcionan los sábados y domingos, con lo cual la situación es aún más penosa, por eso pedimos que este fin de semana se abran pero se negaron", sostuvo.