Romero pidió la pena de reclusión perpetua para Carlos Moreno, Luciano López, Miguel Angel Silva, Carlos Jordán Juárez y Juan Manuel Calvimonte. A Moreno lo acusó de ser el “autor material” del disparo que recibió Píparo, desvinculando de esa manera a Carlos Burgos, quien había llegado al juicio como presunto ejecutor del tiro. El fiscal explicó que la situación de Burgos cambió luego de que, iniciadas las audiencias de debate, Píparo identificara a Moreno como quien le efectuó el disparo el 29 de julio de 2010.

A los cinco les atribuyó el delito de "asociación ilícita, robo doblemente calificado por el uso de arma y en poblado y tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y en concurso de dos o más en concurso ideal con homicidio doblemente calificado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Carolina y de su bebé, quien murió una semana después de nacer, Isidro Buzzali.

A Silva, Calvimonte y a Jordán Juárez les imputó además la participación en otras dos salideras ocurridas días antes del robo sufrido por Píparo. En tanto, Romero pidió que se aplique una pena de 15 años de prisión a Burgos por el delito de asociación ilícita en el caso Píparo, y por el robo doblemente calificado por ser en poblado y con empleo de arma no apta en otra salidera en perjuicio de dos mujeres.

Para Claramonte, finalmente, el fiscal pidió también la pena de 15 años por el delito de asociación ilícita en concurso real con el robo sufrido por Carolina Píparo. El fiscal fundamentó su pedido de reclusión perpetua, entre otros motivos, por el “homicidio doblemente calificado” de Isidro, el bebé que nació de una cesárea de emergencia a Píparo y quien falleció el 5 de agosto de 2010.

Citando los informes y las declaraciones de los médicos que atendieron a la mujer y al niño dejó sentado que el bebé, hasta el momento del hecho, era sano y que fue justamente el disparo que recibió su madre el que le ocasionó el cuadro de hipoxia que le ocasionó la muerte una semana después.

Durante más de una hora el fiscal enumeró la prueba acumulada contra los siete hombres, en especial los cruces telefónicos que demuestran su conexión antes del hecho y el día del hecho, cuando los teléfonos fueron localizados en las inmediaciones de la sucursal bancaria y en la zona cercana a la casa de Píparo, donde fue interceptada y baleada.

Para Romero, Silva fue quien marcó a Carolina dentro de la sucursal del banco, ubicada en las calles 7 y 42, de La Plata, y que Carlos Jordán Juárez era quien lideraba la banda, asignado roles y proveyendo la logística.

Píparo, que entonces tenía 30 años, fue baleada el 29 de julio de 2010, luego de haber retirado dinero de la sucursal en cuestión, junto con su madre, María Ema, y se dirigió a su casa, en las calles 21 y 36, de la capital provincial. Tras apoderarse del dinero, y antes de huir, el ladrón baleó a Píparo en el rostro.