A través de su cuenta de Twitter, la mandataria consideró que al tratamiento que los distintos medios de comunicación le dieron a la represión de pacientes, médicos, enfermetos y periodistas que estuvieron en el hospital Borda "debería incluirse como materia en las facultades de comunicación social de todo el país".

"Y eso que se llevaron esposado a un reportero gráfico de Clarín... Se imaginan si esto lo hubiera hecho una fuerza de seguridad nacional?", se preguntó la mandataria, para quien lo ocurrido en el neuropsiquiátrico fue "increíble".

"¿Por qué increíble? -prosiguió- Sólo alguien que no está bien puede reprimir en un neuropsiquiátrico… Médicos, pacientes, periodistas, no se salvó nadie. Creo que afuera de los neuropsiquiátricos hay algunos que tendrían que estar adentro."

En ese sentido consideró que "afuera de los neuropsiquiátricos hay algunos que tendrian que estar adentro" y reveló que quien estuvo a cargo del operativo fue Ricardo Raúl Pedace, quien "supo ser jefe de la custodia de Néstor (Kirchner) cuando era presidente, como comisario mayor de la Policía Federal" y que fue separado "cuando declaró que el Presidente no respetaba los protocolos de seguridad y era imposible cuidarlo de esa manera".

"Lo peor es que las autoridades políticas lo justificaron. Desbordes policiales o de las fuerzas de seguridad hay en todas partes del mundo", añadió y sostuvo que "el gran tema es que hace después el responsable político cuando esto sucede".

LA REUNIÓN CON DILMA

Por otra parte, Cristina Kirchner aseguró que fue una "excelente jornada de trabajo" la que mantuvo con Dilma Rousseff, el jueves pasado, y contó que durante una de las conversaciones la brasileña le dijo que no le alcanzaba el tiempo para hacer todo lo que debía hacer como presidenta. "Ser presidenta no es fácil. No sé cómo será en Brasil, pero en Argentina, mi madre!", reflexionó CFK.

"El jueves estuve dedicada por completo a la visita de Dilma. Terminamos casi a medianoche. Atraso total de papeles. A Dilma le pasa lo mismo", comentó a través de su cuenta en la red social sobre el encuentro que estaba previsto en marzo pero que quedó postergado por la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez.

EL ENCUENTRO CON EL MILITANTE DEL PRO

La Presidenta contó, también, algunos pormenores del encuentro informal que mantuvo con el joven Demián Martínez Naya, quien fue agredido en el Congreso por personas que asistieron a la marcha del denominado 18-A.

Criticó al los manifestantes que agredieron al joven que quería frenar a quienes hacían destrozos en el edificio y opinó que "algunos les chifla el moño". Contó que vio imágenes de ése día -en que ella estaba en Venezuela- y lamentó que algunos de los manifestantes haya estado "en contra de las 6 leyes de reforma judicial que enviamos al Congreso. De las 6. Qué raro. Ni una sola les gusta?"

"Lo que pasa es que para algunos el problema no es ser del PRO, radical, peronista o socialista, el problema lo tienen con la política. En el fondo cuando los raspás un poquito, no creen que la democracia sea el mejor sistema. Añoran otros tiempos (...) Cuando aparecen los violentos, que odian, quieren destruir a los diferentes o que no piensan igual, pegan. Como a vos Demián q casi te matan", añadió.

Luego se preguntó por qué quienes "opinan de todo, sobre todo cuando hay que criticar al gobierno, no critican públicamente estos hechos? O será que enviar una ley al Congreso que no le conviene a algunos intereses, es mucho más grave que pegar, destruir, romper... Raro, no?

Luego contó que le explicó al muchacho el por qué de las vallas en Plaza de Mayo y le dijo que era para evitar mayores incidentes o agresiones como los que sufrió él en el Congreso. "No queremos reprimir. Preferimos pagar todos los costos. Es la política que llevamos adelante estos 10 años", destacó.