Durante el acto realizado en las inmediaciones del Centro Cívico del Bicentenario, sede del gobierno cordobés, Moyano -quien no aludió al conflicto de los colectiveros de Córdoba- destacó que "para los gobiernos peronistas, y lo decía el general (Juan Domingo) Perón, hay dos fechas fundamentales: el 17 de octubre y el 1 de mayo. Por eso siempre se lo convocaba (al pueblo) a la plaza en esas fechas, para agradecer y celebrar los logros".

Tras reiterar sus críticas al Impuesto a las Ganancias, a la regulación de las ART y a la democratización del Poder Judicial, el camionero insistió en que "hay una sola clase, como lo decía Perón, la de los que trabajan, con el intelecto, con las manos, los profesionales y los empresarios, y todos deben hacer por el crecimiento del país". "Queremos puestos de trabajos, salarios y viviendas dignas. Esto es lo que consolida una economía social, porque, si no, cuando termina el viento de cola, el trabajador sigue viviendo en la villa o alquilando, y eso no puede ser", remarcó Moyano.

Por su parte, De la Sota, acompañado por Claudia Rucci, Moyano, Francisco De Narváez y Roberto Lavagna -quienes también firmaron la declaración "Unidos para cambiar"- descubrió la placa que se instalará con el nombre de José Ignacio Rucci en el Parque Industrial de Córdoba, en el barrio de Ferreyra.

El mandatario subrayó que es un alegría celebrar el Día del Trabajador en Córdoba, que fue "tierra de Agustín Tosco, Atilio López, Elpidio Torres y René Salamanca (sindicalistas), que siempre defendieron la dignidad de todos los trabajadores". "Hoy quiero hablarles a los que, con el sudor de su frente, llevan el pan a sus casas, a quienes se levantan todos los días para construir un futuro mejor para la Argentina, y a los que saben que, para salir de la pobreza, hay que trabajar", dijo De la Sota. El gobernador instó a los presentes a trabajar por "una Argentina republicana, honrada y federal", así como "libre, justa, soberana y en paz", "en la que cada provincia reciba lo que le corresponda a partir de una nueva Ley de Coparticipación de Impuestos".

Roberto Lavagna, por su parte, manifestó que "el Día del Trabajador es una celebración internacional, global, porque el trabajo es uno de los derechos humanos básicos, como simplemente los son vivir, opinar, reunirse o tener una familia".

De Narváez, a su turno, señaló que "hoy estamos aquí para reivindicar a ese gigante que fue Rucci, para reivindicar los valores que él nos enseñó. Tenemos que unirnos, desde el centro del país, para cambiar, para aprender del pasado y para abandonar la desesperanza".

Claudia Rucci recalcó que aquello que "no le dejaron decir a mi padre el día en que lo mataron" sigue teniendo vigencia 40 años después, porque él instaba a "trabajar por el desarrollo, por la igualdad y por la pacificación de los espíritus".

Entre los presentes, aunque no hicieron uso de la palabra, se encontraban el exgobernador Juan Schiaretti, el diputado nacional Jorge Yoma, Jorge Busti, Gernónimo Venegas, José Scioli, Pablo Moyano y Julio Piumato.