Morales, tras promulgar una ley que aumenta una ayuda social que perciben los ancianos con menos ingresos, criticó a la COB y sostuvo que llamar al amotinamiento de las fuerzas policiales "no es una reivindicación, sino una acción política". Añadió que los líderes sindicales "sólo buscan más privilegios para el grupo que está en la cúpula" y expresó que "el Gobierno lo que hace es defender los derechos de la mayoría de los trabajadores".

Bolivia cumple 11 días de protestas en reclamo a una modificación a la ley de pensiones para que los trabajadores cobren al jubilarse la totalidad de su sueldo, y no el 70 por ciento como en la actualidad. A lo largo del conflicto, según denunció ayer Naciones Unidas, se han registrado al menos 30 heridos, dos de ellos de bala. Además, la detonación de cargas de dinamita de parte de trabajadores mineros fue una constante en los últimos días. La dirigente indígena y campesina Juanita Ancieta, líder de la organización Bartolina Sisa, afín al presidente, convocó a una movilización para el próximo 23 de mayo, para mostrar unidad en defensa de la democracia.

El presidente insistió en que la exigencia de los sindicatos es inviable porque pone en riesgo el sistema nacional de pensiones. Afirmó que para él sería "sencillo" ofrecer una propuesta para ganarse la confianza de la COB, pero de hacerlo "sólo estaría pensando en los intereses electorales" y no "en las futuras generaciones".

"Nuestra responsabilidad siempre será favorecer a los que ganan poco", reiteró Morales. También criticó que los sindicatos no respetaran el compromiso de "vigilia" (paralizar las protestas y bloqueos) asumido como condición para sentarse a negociar con el Gobierno. "Piden una decisión política, pero no podemos engañar al pueblo cuando no se pueden garantizar en el tiempo los beneficios sociales", remarcó. "Antes los opositores quemaban muñecos de Evo Morales, ahora la COB quema el muñeco de Evo Morales, ¿quiénes son ellos, a quién están sirviendo?", cuestionó Morales.

Por su parte, el secretario ejecutivo de la COB, el minero Juan Carlos Trujillo, defendió las peticiones de la organización, acusó al Gobierno de no tener voluntad de solucionar el problema y dijo que los sindicatos no claudicarán en sus demandas. Desestimó las acusaciones de Morales y dijo que la COB y la Federación de Mineros son dos organizaciones históricamente respetuosas de la democracia.

A los mineros, maestros, enfermeras y docentes universitarios, entre otros gremios, se unieron hoy los médicos afiliados al Colegio Médico de Bolivia con un paro de 24 horas al que podrían sumarse nuevas medidas de presión, según dijo a los medios locales el presidente de dicha institución, Alfonso Barrios. Los bloqueos de carreteras se intensificaron, con puntos calientes en las rutas que unen La Paz con la vecina El Alto y con Oruro, además de en otras vías en los departamentos de Cochabamba y Tarija.

Mientras tanto, se mantiene la amenaza de que la policía inicie sus propias protestas por mejores salarios y jubilaciones, como han ido haciendo otros sectores desde que se inició el conflicto. Este cuerpo ya se amotinó el año pasado y hubo oficiales que llegaron a desfilar por delante del Palacio de Gobierno disparando tiros al aire. Más de una decena de esposas de policías de tropa inició en las últimas horas una huelga de hambre en apoyo a esas demandas.